Son múltiples los motivos que nos pueden llevar a dañar alguna zona del cuerpo durante un entrenamiento. Sin embargo, si respetamos algunos consejos podemos minimizar los riesgos.
En Fisiolmat te contamos el secreto para realizar tu rutina de ejercicios de manera inteligente y así evitar posibles lesiones.
LA IMPORTANCIA DE LA PREVENCION: ADQUIERE UNA BUENA TECNICA
A veces podemos caer en la trampa de creer que sabemos todo acerca de realizar actividad física. Al decidirnos en comenzar con un entrenamiento o una rutina de ejercicio, no siempre nos detenemos a observar nuestros movimientos.
Para evitar sufrir distintas lesiones es de vital importancia adquirir primero una buena técnica, basándonos en los consejos de entrenadores o fisioterapeutas.
Recordemos que son los profesionales los que cuentan con los conocimientos necesarios para seleccionar los ejercicios más adecuados para nosotros. Además, los más calificados para corregir los errores que cometamos durante las actividades.
La mala posición en la ejecución de los ejercicios es la causa más frecuente de lesiones.
Es por esta razón que es tan importante dedicar una primera etapa de los entrenamientos a incorporar las técnicas adecuadas.
Repetir errores sin darnos cuenta, tarde o temprano nos pasa factura y nos puede llevar a sufrir lesiones graves. En el afán de alcanzar nuestros objetivos, realizamos esfuerzos innecesarios o sobrecargamos nuestro cuerpo.
Las rutinas de entrenamiento deben amoldarse a nuestras necesidades y limitaciones. Los sobreesfuerzos son aliados de las lesiones.
Si tu rutina de ejercicio es con peso, comienza con una carga que puedas levantar sin problema. De a poco, incrementa la carga a medida que avancen las sesiones de entrenamiento.
Esta técnica se puede aplicar a todos los ejercicios. Es decir, cada práctica debe aumentar de manera gradual, ya sea en cada sesión como en el programa general del entrenamiento.
PERIODO DE ADAPTACION Y DESCANSOS
Otro aspecto importante es respetar los tiempos de descanso para que el músculo recargue los depósitos de glucógeno que nos brinda energía, y para que las roturas fibrilares producidas durante la rutina puedan repararse.
Ten presente que la adaptación y el crecimiento del músculo se produce durante los períodos de descanso.
Si inicias actividad física en un gimnasio, recuerda asesorarte previamente para recibir las nociones básicas.
Un entrenador personal cualificado sabe qué ejercicios conviene realizar según la constitución de nuestro cuerpo y capacidad.
Es la persona idónea para planificar una rutina que se ajuste a nuestros objetivos, sin dañar aquellas zonas propensas a sufrir de lesiones.
ERRORES FRECUENTES QUE COMETEMOS AL REALIZAR EJERCICIO
Existen otros descuidos que podemos reiterar sin darnos cuenta y que producen un desgaste en el cuerpo.
- Saltar el calentamiento previo. Una de las causas que producen lesiones deportivas es comenzar a entrenar sin haber realizado un calentamiento previo.
Si sometemos nuestro cuerpo a un esfuerzo relativamente alto y tenemos el cuerpo frío, las posibilidades de lesionarnos aumentan considerablemente.
Ejercicios de movilidad articular, algo de cardio y movimientos progresivos que tengan relación con la actividad que vamos a realizar es fundamental. - No beber agua. Todo tipo de entrenamiento hace que el cuerpo pierda su hidratación natural. Si perdemos grandes cantidades de líquido pueden aparecer signos de deshidratación: mareos, debilidad muscular, calambres, etc.
Para mantener bien hidratado nuestro organismo es recomendable beber medio litro de agua antes de comenzar la rutina y realizar pausas cada 15 o 20 minutos para volver a beber agua. - No revisar las máquinas de ejercicios. Todo aparato o elemento de fuerza que utilicemos debe ser regulado según nuestro peso y altura antes de empezar cada rutina.
Como mencionamos anteriormente, el sobreesfuerzo trae como consecuencia distintas lesiones. - Retirarnos sin realizar el estiramiento final. Así como realizamos un precalentamiento para cuidar nuestros músculos, también debemos estirarlos al finalizar la rutina para protegerlos.
Luego del entrenamiento, los músculos quedan contraídos y fatigados debido al esfuerzo.
Para recuperar su estado natural, los estiramientos ayudan a evitar la rigidez, las contracturas, reduciendo la posibilidad de sufrir lesiones.
Tener conciencia de los movimientos que realizamos durante cualquier tipo de actividad física y adoptar la técnica adecuada es fundamental.
Si quieres conocer otros trucos para prevenir lesiones, en nuestro centro de fisioterapia Madrid podemos ayudarte.