Muchos años trabajando juntos.
Mirando hacia un mismo horizonte.
Ella para dar su mejor versión, y nosotros para que su cuerpo sea capaz de soportar todos los entrenamientos y contratiempos.
Hemos vivido su madurez como atleta y como persona.
En estos 8 años nos ha demostrado que no hay techo para sus logros deportivos.
A sus 22 años se ha metido en los Juegos Olímpicos de Tokio… ¿Qué más podemos pedir?
Enhorabuena Luci y mil gracias por el regalazo, que irá al «hall of fame» de Fisioalmat.