La fascia es un tejido conectivo ininterrumpido, es decir, une todas las estructuras del organismo (músculo, tendón, hueso, vísceras, órganos…) dando continuidad y forma a nuestro cuerpo.
Puede sufrir alteraciones (retracciones, acortamiento, roturas…) produciendo dolor y lesiones en otras partes del cuerpo.
La inducción miofascial es la terapia dirigida al tratamiento de la fascia.