Todos hemos oído hablar de las terapias fisioterapéuticas pero muy poco hemos escuchado algo sobre la inducción miofascial o también llamada liberación miofascial.
Muy conocida por los profesionales del área de la fisioterapia pero no tanto por los pacientes, tiene como objetivo central mejorar las restricciones musculares del cuerpo.
Con el fin de que conozcas los beneficios de este tipo de terapia y el éxito que ha tenido, este artículo tendrá como punto principal mostrar en qué consiste el método de la liberación miofascial, para qué se utiliza y qué resultados se esperan después de esta terapia.
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INDUCCION MIOFASCIAL: EN QUE CONSISTE
Podría decirse de manera muy simple que es una terapia o técnica de terapia manual qué consiste en suaves movimientos y estiramientos en diferentes zonas del cuerpo, cuyo fin principal es mejorar las restricciones presentes en la fascia.
La fascia es una estructura conectiva de tejido que se esparce por todo el cuerpo. Es considerado un órgano y posee una apariencia de membrana que envuelve todas las estructuras corporales, además de proteger y dar soporte al organismo.
Al hablar de fascia también nos referimos a ese tejido que tiene alto contenido de colágeno que envuelve a los huesos, músculos y articulaciones y que protegen la estructura del cuerpo para dar la forma que tiene.
El acortamiento o endurecimiento del colágeno ocurre cuando muchas fuerzas actúan sobre el mismo, esto afecta a la membrana de la fascia, y puede causar restricciones o alteraciones que generan dolor en los pacientes.
La inducción miofascial se basa en presionar estas restricciones, y así aliviar de forma considerable los dolores.
Procedimiento de la inducción miofascial
La liberación miofascial es una terapia que indirectamente trabaja el aparato locomotor, es decir, los músculos y sus estructuras. Consiste en movimientos suaves y estiramientos en distintas partes del cuerpo.
Su creador, el doctor Andrzej Pilatt, quien es un profesional de la fisioterapia, señala que este nuevo método ha revolucionado la fisioterapia, pretendiendo dar respuesta a los dolores que consultan los pacientes, producto del desequilibrio postural, cirugías, lesiones e inflamaciones que tenga el organismo.
Este tipo de terapia consiste básicamente en una movilización en zonas específicas del cuerpo que contribuye a la disminución del dolor, y aumentar la movilidad de la articulación.
Se enfoca en los tejidos fasciales que están alrededor de los músculos. Lo primero que hace el fisioterapeuta es posicionar la zona donde se genera dolor, luego pide al paciente que realice una respiración lenta y profunda.
En ese momento el fisioterapeuta se encarga de palpar los tejidos en búsqueda de una sensación de relajación que alivie el dolor del paciente.
De esta manera, el especialista continúa generando movimientos y estiramientos repetidas veces hasta lograr la liberación completa de la restricción de la fascia.
Este tipo de sesiones pueden ser de larga duración debido a que ese tejido conjuntivo llamada fascia debe relajarse, fundamentalmente a partir de los estiramientos realizados por el profesional de la fisioterapia, y este factor puede durar largo tiempo.
INDICACIONES FISIOTERAPEUTICAS
Esta terapia dirigida a la fascia tiene gran efectividad en los sistemas que afectan el aparato locomotor.
Estas afecciones pueden ser variadas y estar ligadas a trastornos como la tendinitis, cervicalgias, dorsalgias etc. También se utilizan mucho y pueden ser muy efectivas para pacientes que presentan fibromialgia.
La utilización de esta terapia se puede usar en conjunto con otras sobre todo aquellas que trabajan la movilización y reestructuración del sistema músculo esquelético.
La inducción miofascial se centra en enfocar los tejidos alrededor de los músculos.
Es importante tener en cuenta que este tipo de técnicas también puede ser de gran utilidad si se han presentado disfunciones en un sistema funcional, producto de alguna patología posterior, y el uso de esta técnica puede ser adecuada para estos pacientes.
Así como existen indicaciones también existen contraindicaciones de esta terapia.
Es importante que el paciente sea revisado por un profesional fisioterapeuta validado y además valorar las patologías presentes en el paciente, por ejemplo, si sufre algún tipo de aneurisma, fractura, tumores o si se tratan mujeres en el primer trimestre de embarazo.
Para este tipo de casos no es recomendable esta terapia, dado que pueden causar más lesiones de las presentes.
Es por ello, que es importante que el fisioterapeuta examine y valore la estructura del paciente desde un punto de vista global.